Hoy por hoy me doy cuenta que el cariño propio, la dignidad y el valor hacia ti mismo es más importante que cualquier otra cosa en el mundo. Debes saber que si lo digo, es porque contigo jamás supe lo que era el significado de tener dignidad y amor hacia mi misma. Siempre, pensé en ti primero que en mi. No fue culpa tuya, obviamente, siempre fui yo la que entregó demasiado sin tener la certeza de que algún día recibiría retribución alguna. Pero jamás me importó ese hecho, ya que, desde el primer momento lo que sentí por ti fue más fuerte que yo.
Tuve la ilusión todo el tiempo de que sería un gran amor y aunque nunca lo fue, para mi lo que entregabas a cuentagotas era importante. Lo que había jamás tuvo nombre ni apellido, para mi bastó simplemente verte y no tenerte. No creo que tenga que recordártelo porque imagino que te consta. Intenté alejarme, intente reemplazarte y nunca me funcionó.
Bastaba mirarte para saber que contigo me empapaba el alma, pero lo triste de todo es que en realidad nunca me perteneció tu cariño, o no por lo menos de la manera que esperé durante tanto tiempo.
No quiero que pienses que vengo con sermones hacia ti ni pretendo sonar repetitiva, con lo que pienso que ya sabes y que nunca te pude decir a ciencias ciertas. Es más, me abstengo de reprocharte. Simplemente entendí que hay amores como el tuyo, que así estén o no, siempre duelen y amores como el mío, sin orgullo, que viven de perder la dignidad.
Tanto fue, que cada herida, cada lágrima derramada valía muchísimo menos que la satisfacción de un mensaje con tu firma, con una palabra bonita que me llenaba de ilusión y me hacia sentir tantas cosas al mismo tiempo. Luché demasiado, no dejé que ninguno de tus errores me dejaran ver que los mismos eran señal de que no debía involucrarme más, que tú no eres ni serás eso que yo tanto esperé de ti. Me dejé llevar por la teoría de que "cualquier momento" no fue nunca el momento para estar contigo, pero, que en algún momento (valga la redundancia) lo sería.
Te confié mi corazón sin dudarlo nunca, te imaginé conmigo día y noche con la excusa de que tu eras "el amor de mi vida". Me disculpo si creé en mi mente una historia de amor falsa y por esperar tanto de ti, durante tanto. Mi error fue, claro está en que siempre creí que cambiarías y que te enamorarías de mi como yo lo estaba de ti y que siempre me juré amarte como no te amó quien más te haya marcado en toda tu vida. Sinceramente que tonta debo haberme visto así, tan entregada a un amor volátil y efímero como el nuestro, o bueno no, como el mío. Quizá pienses que estoy equivocada, es totalmente válido, pero sincerémonos y lleguemos a un equilibrio. No estoy en frente de ti mientras estás leyendo esto. Tú lo sabes mas que nadie, que esto que "vivimos" no pudo llamarse "amor" quizá fue dependencia, compromiso, apego, debilidad o como sea pero nunca amor.
Te hago una pregunta y no espero que me la contestes a mi, sino a ti mismo. ¿Por qué tantas mentiras y falsas ilusiones? Juro que hubiese preferido mis veces que me dijeras la verdad. ¿Qué ganabas con tenerme siempre ahí? a partir de aquí creo aún más en que las cosas pasan por algo y no me arrepiento de nada en lo absoluto pero pienso que hubiese podido evitarme muchas cosas. Discúlpame, no suelo ser tan directa pero considero que fuiste un egoísta, porque siempre supiste y estuviste seguro de que jamás te dejaría y que en cualquier sentido estaría para ti, por esa razón preferiste siempre a alguien más. Tu mismo me lo afirmabas inconscientemente.
No te imaginas cuanto dolió o sigue doliendo el hecho de que estabas conmigo, como siempre, como algo más que amigos (aunque siempre me viste así: como una amiga, ante tus ojos y los del mundo) y que de un momento a otro me sacaras de tu vida sin explicación y que me hicieras ver de la manera mas baja y cruel que estabas con alguien mas. Que literalmente no te importó ni un poco como yo podría sentirme. Hiciste alarde público como te sentías cuando te miraba y lo feliz que estabas con su compañía. A partir de allí siguieron surgiendo cosas insignificantes e importantes a la vez como una foto (nosotros jamás tuvimos una), como una salida,(jamás tuviste intenciones de incluirme en tus planes) y como un titulo de "mi novia" que a mi nunca me diste y bueno tuve que saberlo por voces ajenas a la tuya, como todo.
Pero, ¿sabes qué? Decidí bajarme de este barco sin rumbo. Te libero a ti de controlar mis sentimientos y a mi de ti y tu presencia en todos los sentidos. Hoy por hoy te doy las gracias ´por los buenos momentos a tu lado pero no por las lagrimas derramadas, porque quien te quiere no está para secarte las lagrimas, sino para no permitir que caigan. Me disculpo por los errores que yo cometí y si te lastimé.
En fin, solo quiero que sepas que hoy me despido de esta historia y de ti. Y tú, continua con tu vida como lo has venido haciendo. Te deseo mucha suerte.
Adiós...
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