miércoles, 21 de octubre de 2015

Desatarte, poseerte, amarte.

Quiero ser quien te despierte en las mañanas
Con un beso y un café 
Quiero ser la dueña de tus noches tenues
Y mañanas ardientes.

Quiero ser tus gritos al viento
Quiero ser la lluvia que te moje a quema ropas 
Quiero ser la primavera que cobije tus cerezos
Quiero ser tormenta, huracán, destrozo
Quiero ser calma y quietud a tu lado
Quiero ser ese frío que recorra tu espalda
Cuando estemos lejos y piense en ti.

Quiero mirarte volar alto, con retorno a mis brazos
Quiero enseñarte a volar juntos
Quiero creer y que creas que será eterno
Quiero pintar de ti, acuarelas en mi lienzo vacío.

Quiero ser tu sudor, gimnasia y piel
Quiero hacerte el amor, el café y la vida, sin importar el orden
Quiero ser locura, pasión y cordura 
Quiero ser tu eterna luna de miel,
Y pido que de tu piel,
Jamás se borren mis huellas.

Quiero hablarte
Y que me hables con la mirada,
Decir todo aquello que no decimos con palabras.

Tomarte de la mano para mí, sería un placer.

Quiero ser tus pupilas oscuras observando la luna
Quiero para ti estrellas, galaxias y soles
Quiero para mí lo mismo, pero contigo
Quiero curar tus heridas de amores errabundos
Quiero que cures las mías
 Y cruzarnos sin querer.

‎Quiero que ahogues en mí
Cada uno de tus males
Quiero amarte
Y que me ames
Hasta donde no llegue la razón.

Sólo quiero que el amor nos haga, hasta más no poder.

Ser tu principio y fin...



Dedicado con mucho cariño a Carlos Miguel Cortés @Turistaentupelo 

lunes, 12 de octubre de 2015

Profundidad.

[No sé donde acabo,
ni sé donde empiezas.
Sé sólo que brillo con tu luz...]


Me senté a su lado y me sentí plena. Su compañía siempre era lo mejor que podía pasarme durante el día. Una vez alguien dijo: "eres lo más bonito que he hecho por mi", y él, era eso exactamente.

Le sorprendería saber que estoy escribiendo sobre él, pero aunque esto sea menos que nada, yo también me sorprendí. Empezaba a ser algo más que todo y eso me asustaba.

No sé como llamarle. No es amor, puesto que no estoy enamorada, pero de algo si podía estar consciente y era que ya no podía verle sin sentir nervios, ya no podía mirar como sonreía sin observar cada detalle. 

Me dolía en lo mas profundo su corazón roto y reconstruido, me asombraba la revolución de mis sentidos a merced de su sonrisa retraída a causa de un recuerdo.

¿Cómo en un tiempo tan fugaz se puede desencadenar un torbellino de tan contradictorios sentimientos?. Antes de que fuese imparable esa tormenta pensé en deshacerme de ella; lo hice llena de luto en la mirada, porque de cierta forma su tempestad me reconfortaba. Pero, sabía que tarde o temprano (más temprano que tarde) acabaría por inundarme el alma.

Le sentí llorar y lloré también. Mi reflejo se descubrió en sus lágrimas aparentes.

Entonces, me pregunté: ¿Qué era eso que la noche traía con ella, que transformaba los amores olvidados en espinas sin sacar?, ¿Qué tenían aquellas estrellas que convertían los recuerdos superados en heridas aún por superar?, ¿Qué pasaba con la luna solitaria que cambiaba la resistencia por extrañar? y qué tenía él... que con cada luna, se transformaba en pena por amar.

Temí más. Lo que quería en ese entonces era posarme en su regazo y entrelazar cada uno de sus pedazos en mis brazos. Ya no podía, o por lo menos no de aquella manera.

La tormenta esa noche arreció, y yo, esperé sin quererlo que dejase de llover.

viernes, 9 de octubre de 2015

Decidí Decir Adiós...

   Tengo algo que decirte. Bueno, algo no, en realidad son demasiadas cosas que siento la necesidad de liberar. Pienso, que no será necesario mencionar los motivos por el cual te escribo y si lo estoy haciendo, si me tomo la molestia de escribirte es por complacencia y propia e interna.
   
   Hoy por hoy me doy cuenta que el cariño propio, la dignidad y el valor hacia ti mismo es más importante que cualquier otra cosa en el mundo. Debes saber que si lo digo, es porque contigo jamás supe lo que era el significado de tener dignidad y amor hacia mi misma. Siempre, pensé en ti primero que en mi. No fue culpa tuya, obviamente, siempre fui yo la que entregó demasiado sin tener la certeza de que algún día recibiría retribución alguna. Pero jamás me importó ese hecho, ya que, desde el primer momento lo que sentí por ti fue más fuerte que yo.
  
   Tuve la ilusión todo el tiempo de que sería un gran amor y aunque nunca lo fue, para mi lo que entregabas a cuentagotas era importante. Lo que había jamás tuvo nombre ni apellido, para mi bastó simplemente verte y no tenerte. No creo que tenga que recordártelo porque imagino que te consta. Intenté alejarme, intente reemplazarte y nunca me funcionó.
 
  Bastaba mirarte para saber que contigo me empapaba el alma, pero lo triste de todo es que en realidad nunca me perteneció tu cariño, o no por lo menos de la manera que esperé durante tanto tiempo.
 
  No quiero que pienses que vengo con sermones hacia ti ni pretendo sonar repetitiva, con lo que pienso que ya sabes y que nunca te pude decir a ciencias ciertas. Es más, me abstengo de reprocharte. Simplemente entendí que hay amores como el tuyo, que así estén o no, siempre duelen y amores como el mío, sin orgullo, que viven de perder la dignidad.
  
  Tanto fue, que cada herida, cada lágrima derramada valía muchísimo menos que la satisfacción de un mensaje con tu firma, con una palabra bonita que me llenaba de ilusión y me hacia sentir tantas cosas al mismo tiempo. Luché demasiado, no dejé que ninguno de tus errores me dejaran ver que los mismos eran señal de que no debía involucrarme más, que tú no eres ni serás eso que yo tanto esperé de ti. Me dejé llevar por la teoría de que "cualquier momento" no fue nunca el momento para estar contigo, pero, que en algún momento (valga la redundancia) lo sería. 

  Te confié mi corazón sin dudarlo nunca, te imaginé conmigo día y noche con la excusa de que tu eras "el amor de mi vida". Me disculpo si creé en mi mente una historia de amor falsa y por esperar tanto de ti, durante tanto.   Mi error fue, claro está en que siempre creí que cambiarías y que te enamorarías de mi como yo lo estaba de ti y que siempre me juré amarte como no te amó quien más te haya marcado en toda tu vida. Sinceramente que tonta debo haberme visto así, tan entregada a un amor volátil y efímero como el nuestro, o bueno no, como el mío. Quizá pienses que estoy equivocada, es totalmente válido, pero sincerémonos y lleguemos a un equilibrio. No estoy en frente de ti mientras estás leyendo esto. Tú lo sabes mas que nadie, que esto que "vivimos" no pudo llamarse "amor" quizá fue dependencia, compromiso, apego, debilidad o como sea pero nunca amor.

  Te hago una pregunta y no espero que me la contestes a mi, sino a ti mismo. ¿Por qué tantas mentiras y falsas ilusiones? Juro que hubiese preferido mis veces que me dijeras la verdad. ¿Qué ganabas con tenerme siempre ahí? a partir de aquí creo aún más en que las cosas pasan por algo y no me arrepiento de nada en lo absoluto pero pienso que hubiese podido evitarme muchas cosas. Discúlpame, no suelo ser tan directa pero considero que fuiste un egoísta, porque siempre supiste y estuviste seguro de que jamás te dejaría y que en cualquier sentido estaría para ti, por esa razón preferiste siempre a alguien más. Tu mismo me lo afirmabas inconscientemente.

  No te imaginas cuanto dolió o sigue doliendo el hecho de que estabas conmigo, como siempre, como algo más que amigos (aunque siempre me viste así: como una amiga, ante tus ojos y los del mundo) y que de un momento a otro me sacaras de tu vida sin explicación y que me hicieras ver de la manera mas baja y cruel que estabas con alguien mas. Que literalmente no te importó ni un poco como yo podría sentirme. Hiciste alarde público como te sentías cuando te miraba y lo feliz que estabas con su compañía. A partir de allí siguieron surgiendo cosas insignificantes e importantes a la vez como una foto (nosotros jamás tuvimos una), como una salida,(jamás tuviste intenciones de incluirme en tus planes) y como un titulo de "mi novia" que a mi nunca me diste y bueno tuve que saberlo por voces ajenas a la tuya, como todo. 

  Pero, ¿sabes qué? Decidí bajarme de este barco sin rumbo. Te libero a ti de controlar mis sentimientos y a mi de ti y tu presencia en todos los sentidos. Hoy por hoy te doy las gracias ´por los buenos momentos a tu lado pero no por las lagrimas derramadas, porque quien te quiere no está para secarte las lagrimas, sino para no permitir que caigan. Me disculpo por los errores que yo cometí y si te lastimé.

  En fin, solo quiero que sepas que hoy me despido de esta historia y de ti. Y tú, continua con tu vida como lo has venido haciendo. Te deseo mucha suerte.

Adiós...

Debe Ser Sencillo

"Mi madre solía decir que el amor nunca se malgasta, aunque no te lo devuelvan en la misma medida que mereces o deseas.
-  Déjalo salir a raudales - decía-. Abre tu corazón y no tengas miedo de que te lo rompan. Los corazones rotos se curan. Los corazones protegidos acaban convertidos en piedra."

Epílogo. 
"El Café para los Corazones Rotos"